sábado, 23 de octubre de 2010

PELÍCULA: LA DAMA EN EL AGUA

Manoj Nelliyattu Shyamalan o más conocido como M. Night Shyamalan, el director de La dama en el agua, entra de nuevo al campo de la ilusión, fantasía y suspenso que lo caracteriza. Esta película, según el director, era un cuento que les relataba a sus hijas antes de dormir y ya desde la primera escena nos damos cuenta de eso porque empieza con animaciones (simulando dibujos de la prehistoria, muy originales) explicando y dándonos referencias para lo que vendrá a continuación.

Sexto Sentido (1999) es la primera gran película del director, y a pesar de haber filmado varias otras buenas cintas después, aún no puede superar su antiguo éxito, tanto en la recaudación de dinero como en la calidad narrativa cinematográfica.

La historia es mágica, como para cerrar los ojos y comenzar a vivirla. El administrador de un condominio, Cleveland Heep (Giamatti), es rescatado, al principio, por una chica “normal”. Y con el tiempo, descubre que es un personaje de un cuento para niños que intenta regresar a su mundo. Cleveland, junto a los vecinos del condominio, tratarán de ayudar a Story, la ninfa del mar, que está en peligro.

Al igual que Hitchkcock, del cual Shyamalan es admirador, el director de La dama en el agua utiliza el cameo (en este caso la participación del propio director como actor en algunas escenas) pero con la diferencia de que aparece en momentos claves, críticos de sus películas. Recordemos al doctor Hill en Sexto Sentido, o en El protegido (2000) como el vendedor de drogas que está a punto de ser descubierto.

Leyendo algunos artículos acerca del director y si repasamos con minuciosidad los elementos, o detalles como gusten llamarlo, “el agua” en sus películas muestra signos de miedo o muerte. En Sexto Sentido, el asesino de Malcom Crowe está escondido en el baño; en La Aldea (2004), a Fint le da mucho temor continuar caminando con Ivy cuando empieza la lluvia; en El protegido, para David Dunn al igual que para los extraterrestres en Señales (2002), el agua es signo de debilidad.

En La dama en el agua, el elemento que protege a Story, el personaje principal de la película, es el agua. Este elemento que mata, debilita y asusta en los personajes de Shyamalan en las películas anteriores, ahora, los revitaliza y ayuda a vivir

La dama en el agua es una película que explica al detalle cada acción y cada movimiento. Shyamalan nos permite entrar a su mundo y es inevitable relacionarnos con algunos de los personajes. Cleveland, el administrador, con esa tartamudez natural es débil, sensible, un poco gruñón pero honesto y caritativo hasta el cansancio. Story, la ninfa del cuento, utilizando kilos de maquillaje impermeable no habla mucho y sus gestos son muy escasos.

Es importante destacar la interesante labor del director como cinematógrafo. Los movimientos de la cámara, los ángulos, la fotografía sombría, la dirección de actores son elementos que el director tiene muy bien personalizados y La dama en el agua es una película con el sello personal de M. Night Shyamalan, con sus planos distantes, diferentes, con el excelente suspenso que lo lleva en la mente, inherente a su creativa narrativa.

Esta película no sólo trata de unos seres que viven en otro mundo y que al contacto con los humanos, se convierten en una especie de salvación y retroalimentación en todo sentido, emocional e intelectual, sino que, como toda historia, este cuento tiene su moraleja. El sentido de la vida está en saber cuál es nuestro propósito en esta vida. Cuál es nuestro deber como persona. Ser auténticos y encontrar nuestro camino en la oscura vía de la vida. Eso nos refleja con claridad al final. Película interesante con pinceladas de filosofía.

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