Es probable que todas las parejas nazcan con una particularidad: La Perfección. Diríamos en términos sencillos que las parejas sentimentales se aferran a lo super natural e imaginario de la vida, pero François Ozon, director del film y de la conocida 8 mujeres y Swimming pool, nos desmantela etapa por etapa la supuesta conexión entre los personajes, entre la pareja.
Vida en Pareja o mejor dicho 5x2 título original (y más preciso por cierto) es una película intensa, relajada por momentos, inverosímil y a la vez muy real. Es por eso que se convierte en una historia compleja y llena de situaciones diferentes. Vida en pareja parece rememorar y engrandecer los desastres de la vida misma con sus atropellos a las acciones y con sus fascinantes reacciones.
La historia comienza con el final. Una herramienta muy sutil para describir la peligrosa relación marital, y digo peligrosa porque la historia se basa en los altibajos de una pareja de casados. Cinco etapas de un matrimonio que tenía apenas cinco años de haberse formado (por eso el título origina 5x2). Gilles y Marion, una pareja joven decide tener una “vida en pareja” pero una sombra oscura persigue su futuro matrimonio.
François es un director muy provocador y muy dedicado a sus personajes femeninos. No sé si es muy pertinente a estas alturas comentar que Ozon es homosexual pero lo que sí es cierto es que maneja con suma cautela el desarrollo del personaje femenino con la fabulosa actriz Valeria Bruni-Tedeschi a la cual mantiene expresiva e inevitablemente natural en todos los noventa minutos. En cambio Stéphane Freiss (Gilles) es un poco más parco y sosegado en expresión y mantiene una lineal actitud frente a los desequilibrios.
La película mantiene, en las primeras escenas (las más logradas), una atmósfera fría. Los colores azules y verdes se relacionan intensamente con la ya ex pareja en el momento en que se lee el divorcio, los colores también se mezclan en el momento en que, situados ya en el hotel, mantienen relaciones sexuales de despedida y el congelamiento de la postal suscita escalofríos y desesperación.
Pero así es cómo empieza la película, con el final. Recorriendo unos 85 minutos en la película podemos observar cómo Ozon nos muestra la otra cara de la relación. Y como dije al principio, nos muestra la cara Perfecta de la relación. Una sosegada orilla en el sur de Francia, el sol poniéndose en el momento exacto en que la futura pareja decide entrar al mar y darse un pueril baño. Un amarillo rojizo entrando en nuestros rostros nos hace soñar un instante con ese momento también al igual que con los personajes, nos convertimos en Gilles y Marion y nos enternecemos. Una película con muchos momentos planos, sin puntos de quiebre, pero resumiendo todo el film, Vida en pareja logra dejar una huella en nuestra racional mente que muchas veces no nos deja ver la vida tal y como se presenta ante nuestros ojos.
Vida en Pareja o mejor dicho 5x2 título original (y más preciso por cierto) es una película intensa, relajada por momentos, inverosímil y a la vez muy real. Es por eso que se convierte en una historia compleja y llena de situaciones diferentes. Vida en pareja parece rememorar y engrandecer los desastres de la vida misma con sus atropellos a las acciones y con sus fascinantes reacciones.
La historia comienza con el final. Una herramienta muy sutil para describir la peligrosa relación marital, y digo peligrosa porque la historia se basa en los altibajos de una pareja de casados. Cinco etapas de un matrimonio que tenía apenas cinco años de haberse formado (por eso el título origina 5x2). Gilles y Marion, una pareja joven decide tener una “vida en pareja” pero una sombra oscura persigue su futuro matrimonio.
François es un director muy provocador y muy dedicado a sus personajes femeninos. No sé si es muy pertinente a estas alturas comentar que Ozon es homosexual pero lo que sí es cierto es que maneja con suma cautela el desarrollo del personaje femenino con la fabulosa actriz Valeria Bruni-Tedeschi a la cual mantiene expresiva e inevitablemente natural en todos los noventa minutos. En cambio Stéphane Freiss (Gilles) es un poco más parco y sosegado en expresión y mantiene una lineal actitud frente a los desequilibrios.
La película mantiene, en las primeras escenas (las más logradas), una atmósfera fría. Los colores azules y verdes se relacionan intensamente con la ya ex pareja en el momento en que se lee el divorcio, los colores también se mezclan en el momento en que, situados ya en el hotel, mantienen relaciones sexuales de despedida y el congelamiento de la postal suscita escalofríos y desesperación.
Pero así es cómo empieza la película, con el final. Recorriendo unos 85 minutos en la película podemos observar cómo Ozon nos muestra la otra cara de la relación. Y como dije al principio, nos muestra la cara Perfecta de la relación. Una sosegada orilla en el sur de Francia, el sol poniéndose en el momento exacto en que la futura pareja decide entrar al mar y darse un pueril baño. Un amarillo rojizo entrando en nuestros rostros nos hace soñar un instante con ese momento también al igual que con los personajes, nos convertimos en Gilles y Marion y nos enternecemos. Una película con muchos momentos planos, sin puntos de quiebre, pero resumiendo todo el film, Vida en pareja logra dejar una huella en nuestra racional mente que muchas veces no nos deja ver la vida tal y como se presenta ante nuestros ojos.
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