sábado, 23 de octubre de 2010

PELÍCULA: APOCALYPTO

La frase “Nuevo Comienzo” para Mel Gibson significa claramente todo lo contrario a lo que la concepción de la frase quiera decir. En pocas palabras, Gibson rehace y vuelve al estilo ya marcado a lo que hizo en “La pasión de Cristo”. La monotonía, exageración, inverosimilitud parece verterse a borbotones por los poros de su piel y verterlos en la pantalla. Su afán por copiar la fórmula polémica de su anterior película parece causarle efecto, ya que la película está produciendo polémica en México quien reclama un poco más de respeto hacia la riquísima cultura Maya.

Si la cultura precolombina posee elementos sumamente interesantes que explotar, por qué Gibson decidió optar por la más escandalosa forma de atraer gente a las salas de cine y dejar de lado el respeto a su compleja forma de desarrollo y evolución.

La historia es obvia desde el comienzo. Las situaciones van cayendo una tras otra como fichas de dominó colocadas una detrás de otra. Toda la película se torna fácil de predecir y no hay elementos sorpresa que puedan atraer. La aventura se convierte en persecución y la persecución en travellings interminables y eso a su vez, en aburrimiento eterno.

Apocaylpto narra su historia desde el centro de la cultura Maya, desde el bosque, elemento importante que encierra toda una magia en cuanto a misticismo y naturaleza. Sus habitantes son ignorantes del miedo y guerreros natos. Comen carne cruda, forman familias y se enorgullecen de eso. Están tatuados, y tienen perforaciones en su rostro. Tienen un gran respeto a la naturaleza y sus ritos están dirigidos a ella, a la madre tierra.

Pero también se muestra en el filme a los mayas asesinos y capaces de matar a cualquiera que se meta con ellos. También vemos a los mayas haciendo sacrificios humanos para la mejoría del pueblo. Quizás esa parte sea una de las más impactantes en cuanto a efectos especiales se trata. Una majestuosa pirámide (templo) desde donde rinden tributo a la naturaleza y a sus Dioses.

Mel Gibson pretende recrear el momento exacto en que la cultura Maya está por ser conquistada. Quiere también representar a guerreros salvajes que recorren el bosque en busca de esclavos y de personas para el sacrificio. Pero los mayas son mucho más que eso. Su cerámica es una de la más elaborada y fina del antiguo mundo. Su arquitectura en cuanto a diseño de ciudades, eran pensadas y relacionadas con su entorno de manera natural. Su sistema de escritura era pictográfica, muy parecido al chino. Calcularon el tiempo exacto del calendario solar, mejor que las culturas europeas. Pero absolutamente nada de esto se puede percibir en esta película. Claro, no es un documental, pero no es necesario que sea un documental para exponer las virtudes de esta cultura tan desarrollada.

La línea que concluye Gibson en Apocalypto es extrema. Uno de los esclavos que fueron recluidos para el sacrificio, se escapa, además de matar al hijo de uno de sus captores. El joven maya es perseguido por todo el bosque. Va matando a los sangrientos asesinos uno por uno. Me hizo recordar a Arnold Schwarzenegger en “el Depredador” cuando sale del río cubierto de lodo y el alienígeno no puede verlo porque ya no percibe el calor corporal. O quizás a Sylvester Stallone en “Rambo” cuando prepara trampas para los enemigos asiáticos.

Lamentablemente Gibson mantiene durante todo el filme elementos repetitivos y nada originales. La caracterización está bastante convincente pero la historia se convierte en sosa, pueril, inofensiva, extremadamente obvia y tenebrosamente aventurera.

No hay comentarios:

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...