sábado, 23 de octubre de 2010

PELÍCULA: EXTERMINIO 2

La primera escena es clave. Es lo que remitiremos a nuestra memoria durante toda la película. Unos cuantos minutos tensos, extensos y extremos. Unas miradas desviadas, unos ojos rojos, una expresividad desquiciada, loca aturdida, infectada, perfectamente extraña y aterradora.

Inglaterra está sufriendo una reconstrucción después de haber pasado por una devastadora infección, la cual aniquiló a todo ser humano o mejor dicho, casi a todos. Y el plan para realizar esto es simple: repoblar Londres. El problema: El virus continúa vivo.

La película se centra en la vida de una familia. Una familia particular. Una familia que tiene, dentro de su organismo, el virus y el cual se ha vuelto inmune para ellos mismos. En particular la madre y el hijo.

Para controlar el rebrote del infeccioso virus, la Fuerzas Armadas de los Estados Unidos está organizando y limpiando las ciudades que están llenas de seres humanos muertos por el virus y el hambre. Pero desde un principio, Las Fuerzas Armadas nos avisan que tienen, como en todas las películas, un código rojo. Aniquilar a todos si el virus aparece nuevamente.

Es cuando observamos a Scarlet (Rose Byrne) como doctora de las Fuerzas Armadas. Su preocupación la convierte en la persona más negativa de la historia. Siempre declara su preocupación. Siempre termina sus líneas diciendo: y qué pasa si… Entonces Scarlet parece ser la profetisa de la película aunque no es tan difícil predecir que el virus volverá a salir de su sosegado estado.

El padre de la familia que antes mencionamos, es el actor Robert Carlyle. Su personaje, Don, está impregnado de arrepentimiento, de oportunismo, de miedo y de inconciencia. Su participación es intensa al comienzo de la película, en donde observamos cómo deja a su esposa en un cuarto infectado por seres enfermos. Esta imagen la tendrá muy metida en su subconsciente.

La historia es penetrante por una simple razón: el virus rebrota y todos los seres humanos están infectados “otra vez”. La culpable: La madre que fue infectada por el virus, y a pesar de esto, no ha muerto porque su organismo es inmune. A partir de este momento la historia se vuelve una cadena. La única forma de contagiarse es por medio de la sangre y la saliva.

El padre es infectado por la esposa, a través de la saliva. Este se escapa y trata de infectar a todo el mundo, pero en particular, a su familia y va en busca de ellos. Siempre veíamos a los enfermos como personas desorientadas y que vagaban por las calles en busca de cualquier cosa que se moviera. Pero en “Exterminio II”, esto cambia porque vemos al padre de la familia, Don, perseguir a sus hijos hasta infectarlos.

Al parecer este virus bloqueaba la racionalidad, para sustituirla por una obsesión explosiva por comer, morder y matar a los demás seres humanos “que no estén infectado”. Es aquí en dónde uno se puede detener a pensar un poco y reflexionar sobre Don. Uno de los infectados.

Podríamos decir que el virus lo infectó no sólo de bacterias aniquiladoras, sino de obsesión enfermiza por hacer que sus hijos sean como él. Cuando Don estuvo sano, su obsesión por sus hijos lo orientaba específicamente a cuidarlos y amarlos de todas las formas posibles. Ahora que Don estaba con el virus dentro de su cuerpo, sus pensamientos, obviamente se habían trastocado y empezado a divagar en la atmósfera de sus recuerdos. Lo más fuerte sentimentalmente que tuvo, fueron sus hijos y ellos son ahora quienes sufrirán una persecución por parte de Don, el infectado más distorsionado que podemos ver en la película. ¿Un enfermo con corazón y con un objetivo? ¿Se sale acaso esto de los parámetros de la película? ¿La película se convierte aún más inverosímil de lo que podría haber sido sin este personaje? ¿Don, un padre inverosímil, se convierte en un monstruo infectado por el virus pero tiene un sentido de racionalidad y al parecer, es el único que se acuerda de su familia mientras que los demás corren como desesperados por las calles sin darse cuenta de absolutamente nada? Parece como si Don estuviera infectado por otro virus, porque Don, a ti no te afecta tanto como a los otros. ¿Don, en verdad estás infectado? ¿Por qué el director Juan Carlos Fresnadillo, optó por este personaje, un poco disparatado y fuera de lugar, si en Exterminio, la primera parte, funcionó muy bien estos seres sin corazón y sin objetivos?

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