sábado, 23 de octubre de 2010

PELÍCULA: MATCH POINT DE WOODY ALLEN

En un partido de tenis, match point es el punto que le falta a un jugador para ganar el partido. Match Point para Woody Allen es el partido ganado en las ligas mayores (al menos dos premios a mejor película en festivales europeos).

La sinopsis: Un jugador de tenis profesional quiere darle un rumbo nuevo a su vida. Encuentra amor, amigos, trabajo. Pero una rubia sexy entra a su vida y decide mantener una relación extra conyugal. Este podría ser una historia común como las miles de películas de infidelidad. Pero gracias a Woody Allen esta reiterativa secuencia de hechos que van el contra del honor y la susceptibilidad se convierte en algo más espantoso, interesante, atractivo y pasional.

La música que acompaña al film es fundamental. Opera de los principios de la Primera Guerra Mundial, cantado por el tenor italiano Enrico Caruso baña de vitalidad, fuerza y energía a toda la película. Momentos tensos se descifran como puntos esenciales de quiebre en la película en las últimas escenas en donde Chris (el jugador de tenis) decide cometer un acto criminal. Sumada esta importancia de cambio, de punto crítico, sumémosle la voz perfecta y pura del tenor, viviendo momentos excitantes en la ejecución. Una unión casi utópica pero gracias a la habilidad del cineasta, verdadera como un pez en el agua.

Un elemento reiterativo y sucesivo son las imágenes personales y conclusiones interiores acerca de un tema importante en la vida de un hombre como es la siguiente reflexión: ¿existe la suerte o esta es creada por las acciones, como bien dicen los budistas, acción y efecto? Es casi imposible que los seres humanos se pongan de acuerdo si es suerte o no lo que sucede en la vida, pero lo que sí es cierto, es que Woody Allen posee una maravillosa forma de enlazar estas casualidades de la vida con una simple metáfora: una pelota de tenis. Si uno decide dejarse llevar por la historia, puede sacar conclusiones: todo en la vida es suerte.

La actuación de Scarlett Johansson (Perdidos en Tokio de Sofia Coppola) tiene no sólo mucha suerte, sino precisión, extrema pasión y mucha decisión. A mitad de la película Nola Rice (Scarlett) comienza a cobrar fuerza y decide mantenernos, a los espectadores, atentos y preocupados por ella. Sintiendo su profundo amor que es poderoso y desafiante en todo aspecto nos convertimos en amantes también. Nos enamoramos de su sensualidad, de su cabello rubio, de su sonrisa tierna y nos convence de realizar cualquier cosa. Jonathan Rhys-Meyers como Chris Wilton, el jugador de tenis, es un personaje despreciable, oportunista, cien por ciento pasional y carnal, además de ser desquiciado en sus acciones en el momento indebido. Su expresión nos comunica eso y mucho más.

Woody Allen nos lleva a un mundo de ricos, nos envuelve con criminales y nos hace cenar en restaurantes perfectos, también nos lleva a la ópera y a jugar tenis con amantes furtivos y esposas demasiado correctas, neuróticas (por desposarse y tener hijos) y suegros típicos e inverosímiles. Woody Allen entierra todas las historias de parejas y da a luz una historia de pasión, consuelo, ira, engaño, miedo y para no perder la costumbre: infidelidad tambien.

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