Qué cineasta no sueña con la suerte del director Gil Kenan. Después de obtener un Master en la Universidad de California (UCLA) y de haber ganado el festival de cine por una cinta animada, en la misma universidad, según palabras del propio Kenan a un diario colombiano, alguien lo llamó y le dijo que Steven Spielberg quería hablar con él.
Un novato recibiendo apoyo, más que todo espiritual y anímico de Spielberg y Zemeckis, y con una inversión de 75 millones de dólares, Monster house o La casa del susto, contiene mucha diversión, efectos especiales muy avanzados y una historia de “terror” que no es recomendada a niños menores de seis años.
Tres adolescentes (nos hace recordar a Harry Potter) se dan cuenta que la casa de enfrente está poseida. DJ, Crowder y Jenny son los protagonistas de esta película junto a un personaje misterioso y cómplice de la casa, el señor Nebbercracker, un anciano gruñón, que en el fondo protege a todo el vecindario de la Casa del Susto.
Monster house utiliza un sistema actualizado de animación (motion – capture) usado por Robert Zemeckis en “El expreso polar”. Se trata de un sistema en donde primero se graba a los actores, se capturan las imágenes y luego es pasado a la animación en 3D. Excelente.
La película tiene una dirección muy ágil y versátil. Los ángulos y planos junto a la fotografía nos hace olvidar que es un filme animado. La luz se expresa en la pantalla de forma muy verosímil. Los rostros de los niños, utilizando el Facial Action Coding System (alrededor de ochenta puntos colocados en el rostro para determinar el movimiento de cada músculo como el de la barbilla o la arruga de la nariz) funciona a la perfección.
Contiene elementos básicos en la vida de niños que pasan por la pubertad. Incomprensión, la no - comunicación con su padre y al mismo tiempo con la niñera (punk), inseguridades y hasta acciones exageradas para llamar la atención.
Es inevitable escuchar algún grito de un niño en la sala que piensa que van a matar a los protagonistas en momentos en donde la Casa se transforma y sin piedad trata de comer a todo objeto o ser que pise el jardín. Una historia interesante para niños, una animación perfecta junto a una dirección muy experimentada a pesar de la inexperiencia en largometrajes profesionales. Es una de las primeras películas de terror para niños. Una película muy recomendable.
Un novato recibiendo apoyo, más que todo espiritual y anímico de Spielberg y Zemeckis, y con una inversión de 75 millones de dólares, Monster house o La casa del susto, contiene mucha diversión, efectos especiales muy avanzados y una historia de “terror” que no es recomendada a niños menores de seis años.
Tres adolescentes (nos hace recordar a Harry Potter) se dan cuenta que la casa de enfrente está poseida. DJ, Crowder y Jenny son los protagonistas de esta película junto a un personaje misterioso y cómplice de la casa, el señor Nebbercracker, un anciano gruñón, que en el fondo protege a todo el vecindario de la Casa del Susto.
Monster house utiliza un sistema actualizado de animación (motion – capture) usado por Robert Zemeckis en “El expreso polar”. Se trata de un sistema en donde primero se graba a los actores, se capturan las imágenes y luego es pasado a la animación en 3D. Excelente.
La película tiene una dirección muy ágil y versátil. Los ángulos y planos junto a la fotografía nos hace olvidar que es un filme animado. La luz se expresa en la pantalla de forma muy verosímil. Los rostros de los niños, utilizando el Facial Action Coding System (alrededor de ochenta puntos colocados en el rostro para determinar el movimiento de cada músculo como el de la barbilla o la arruga de la nariz) funciona a la perfección.
Contiene elementos básicos en la vida de niños que pasan por la pubertad. Incomprensión, la no - comunicación con su padre y al mismo tiempo con la niñera (punk), inseguridades y hasta acciones exageradas para llamar la atención.
Es inevitable escuchar algún grito de un niño en la sala que piensa que van a matar a los protagonistas en momentos en donde la Casa se transforma y sin piedad trata de comer a todo objeto o ser que pise el jardín. Una historia interesante para niños, una animación perfecta junto a una dirección muy experimentada a pesar de la inexperiencia en largometrajes profesionales. Es una de las primeras películas de terror para niños. Una película muy recomendable.
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