Jack Sparrow, pirata y capitán del Perla Negra, aparece en la pantalla con la ironía, desvergüenza y carisma exagerado que lo acompaña durante las dos horas y media que dura la película. En esta ocasión, al igual que en la primera película (Piratas del Caribe: La maldición del Perla Negra, en el 2003), un barco, conteniendo a seres extraños y desagradables, se entrecruza en el camino del pirata Sparrow.
Jack tiene una cuenta pendiente con Davy Jones (una especie de hombre - pulpo) y su tripulación, los fantasmas del mar, que consiste en entregarle su alma. Ahora, él tiene que encontrar la manera de salvarse evitando convertirse en uno de ellos y sufrir por siempre, obedeciendo las órdenes de Jones, siendo inmortales y viviendo bajo el mar.
Walt Disney junto a Jerry Bruckheimer, las productoras del filme, consiguen recrear, gracias al ingenioso y creativo Gore Verbinsky (director de la película), una atmósfera entretenida, de suspenso, llena de aventura, momentos graciosos y uno que otro momento crítico.
Piratas en el caribe: El cofre de la muerte, es una película que lleva el sello del director desde las primeras escenas. Esa atmósfera azul oscura que invade la pantalla, nos hace recordar a El Aro (2002), película que lanza a Verbinsky a la fama hollywoodense.
Johnny Depp caracteriza al pirata Jack Sparrow, personaje en donde recae la historia de la aventura. Antes de comentar las características del personaje de Jack, debemos de tener en cuenta que Jack es un pirata, y como todo pirata, debe de ser (al menos eso dice el diccionario) un sujeto malo, cruel y despiadado. No es el caso de este Jack que muchas veces se le siente lo endeble y frágil. Además de tener ciertos movimientos al caminar que, a simple vista podemos dar fe de la falta de rudeza y más bien, la sobre exposición de contorneos simulando a una dama.
A Orlando Bloom (Will Turner) se le nota inverosímil, y a Keira Knightley (Elizabeth Swann) muy sexy, con un personaje lleno de contradicciones y me refiero a la falta de fidelidad. Bill Nighy como Davy Jones tiene personalidad y hace que su aparición sea crítica y nos encojamos de hombros por la tensión que, obviamente gracias a los estupendos efectos especiales, recree al hombre – pulpo que hace temblar no sólo a todos en la película, sino también, a todos en el cine.
Piratas... es una película que todavía no acaba. La última escena nos deja con la miel en la boca. En estos meses se está rodando (según IMDB) la tercera parte de esta trilogía que tiene como plus a Geoffrey Rush, como el capitan Barbossa que regresa después de haber trabajado en la primera parte de Piratas...
Piratas del caribe: el cofre de la muerte es una película en donde uno pasa un buen rato, con las escenas de humor de Jack Sparrow, junto al suspenso que transmite Devy Jones, la sensualidad de Elizabeth Swann y la dirección creativa de Gore Verbinsky. Yo creo que, a pesar de las características flojas y bizarras del pirata Sparrow, Piratas del caribe... tiene todos los elementos de una película de Disney, entretenida con todos los elementos adecuados para pasar un buen rato.
Jack tiene una cuenta pendiente con Davy Jones (una especie de hombre - pulpo) y su tripulación, los fantasmas del mar, que consiste en entregarle su alma. Ahora, él tiene que encontrar la manera de salvarse evitando convertirse en uno de ellos y sufrir por siempre, obedeciendo las órdenes de Jones, siendo inmortales y viviendo bajo el mar.
Walt Disney junto a Jerry Bruckheimer, las productoras del filme, consiguen recrear, gracias al ingenioso y creativo Gore Verbinsky (director de la película), una atmósfera entretenida, de suspenso, llena de aventura, momentos graciosos y uno que otro momento crítico.
Piratas en el caribe: El cofre de la muerte, es una película que lleva el sello del director desde las primeras escenas. Esa atmósfera azul oscura que invade la pantalla, nos hace recordar a El Aro (2002), película que lanza a Verbinsky a la fama hollywoodense.
Johnny Depp caracteriza al pirata Jack Sparrow, personaje en donde recae la historia de la aventura. Antes de comentar las características del personaje de Jack, debemos de tener en cuenta que Jack es un pirata, y como todo pirata, debe de ser (al menos eso dice el diccionario) un sujeto malo, cruel y despiadado. No es el caso de este Jack que muchas veces se le siente lo endeble y frágil. Además de tener ciertos movimientos al caminar que, a simple vista podemos dar fe de la falta de rudeza y más bien, la sobre exposición de contorneos simulando a una dama.
A Orlando Bloom (Will Turner) se le nota inverosímil, y a Keira Knightley (Elizabeth Swann) muy sexy, con un personaje lleno de contradicciones y me refiero a la falta de fidelidad. Bill Nighy como Davy Jones tiene personalidad y hace que su aparición sea crítica y nos encojamos de hombros por la tensión que, obviamente gracias a los estupendos efectos especiales, recree al hombre – pulpo que hace temblar no sólo a todos en la película, sino también, a todos en el cine.
Piratas... es una película que todavía no acaba. La última escena nos deja con la miel en la boca. En estos meses se está rodando (según IMDB) la tercera parte de esta trilogía que tiene como plus a Geoffrey Rush, como el capitan Barbossa que regresa después de haber trabajado en la primera parte de Piratas...
Piratas del caribe: el cofre de la muerte es una película en donde uno pasa un buen rato, con las escenas de humor de Jack Sparrow, junto al suspenso que transmite Devy Jones, la sensualidad de Elizabeth Swann y la dirección creativa de Gore Verbinsky. Yo creo que, a pesar de las características flojas y bizarras del pirata Sparrow, Piratas del caribe... tiene todos los elementos de una película de Disney, entretenida con todos los elementos adecuados para pasar un buen rato.
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