sábado, 23 de octubre de 2010

PELÍCULA: CHICHA TU MADRE

Lima es una ciudad que se caracteriza por los colores, pero no colores de cualquier clase sino colores fuertes, intensos, desde un verde intenso hasta un rojo potente. En la Lima de hoy en día podemos distinguir colores diferentes no sólo por las calles sino también en el rostro de las personas. Un taxista, tan cholo como cualquiera de nosotros, una mujer de la mala vida que lucha por el pan de cada día, una hija de 16 años que por causa de las hormonas jóvenes queda embarazada de otro joven (con hormonas juguetonas también) con ambiciones para el futuro. Una esposa que debido al alejamiento del esposo decide buscarse un reemplazo. Paralelamente, y con la picardía que lo caracteriza, el fútbol peruano con sus dirigentes avaros y directores técnicos argentinos para variar. Estos son los personajes de esta película tan cercana a nosotros. Podemos respirar la ciudad de Lima con su caldo de gallina, con su costa verde, con sus trampas y sus tramposos, una Lima muy desordenada y muy especial.

La película es simple. Un taxista que busca mejorar la economía de su bolsillo se consigue un trabajito extra leyendo las cartas y predestinando el futuro, mientras que su hija sale embarazada, su esposa se consigue un reemplazo, la división de menores en donde trabajaba el padre de Julio Cesar (el taxista) no lo aceptan por problemas familiares, un poco de amor, sexo, estafas y otras cosas más por ahí.

La película no ha podido surgir del sosiego de la historia. No ha aprovechado las oportunidades que pudieron surgir por el camino. La historia es lineal y aburrida. Carece de puntos críticos importantes, salvo uno que otro punto débil del protagonista como cuando decide abandonar por completo a su esposa y su hija saliendo de su casa, pero en resumen, la película dejó un sin sabor, dejó clavos sueltos, dispersos en el tiempo y en los personajes, en las locaciones y en los extras importantes. Julio Cesar (Jesús Aranda), enamorándose de Katlyn, la prostituta, es quizás uno de los temas más interesantes. Interesante por la situación, el contexto (un cliente enamorándose de una prostituta), la actuación de Tula, el desenlace muy predecible también. Me parece que la ex – vedette nunca tuvo un papel tan dramático como este. Tula Rodriguez como Katlyn sostiene un papel extraño, su escasa actuación con una escasez importante en los gestos y texto hace que Katlyn tenga algo escondido, como si meditara todos sus actos. Esta sencillez la hace importante y a la vez un personaje bizarro. La hija de 16 años Yoselin es una más de las redundancias y posibles temas sin precedentes que deja la película, al igual Zoila la esposa de Julio Cesar. El enfermero, con la magistral actuación de Pablo Brichta tratando de ganarse la vida ayudando a la gente. Es un personaje pro – protagonista, prescindible pero muy bien ejecutado. El DT de un equipo de divisiones de menores envuelto en un lío muy grande. Esta divergencia en la película entretiene y pone en tela de juicios a muchos institutos de deporte, un buen punto de quiebre pero no lo suficiente para el resto de la película. Si continuamos con por ejemplo, Liliana Mas, Karen Dejo, la increíble actuación de unos segundos de Miguel Iza, y otras colaboraciones en esta película, están absolutamente fuera de lugar, obsoletas y son intrascendentes. La película gira en un mundo en donde existen locos que suben en los micros, prostitutas eléctricas, azafatas de bingos que suben a los taxis a medio vestir, todo es cierto en esta Lima tan diversa pero eso distrae y sub valora los temas principales de la película. La película nos deja respiros con estas colaboraciones importantes pero distrae y no centra el tema principal por el cual debemos de llorar, sentir angustia, pena o cualquier sensación que el director quiera dejarnos. La película también toma respiros al momento en que el director deja ver en cámara lenta, para especificar el diseño místico, el tarot que va resumiendo las escenas próximas y relatando en forma de fábula las acciones que vendrán. Muchas tomas con cámara en mano son inverosímiles y no deja lo que el director quiere expresar. Los primeros planos abundan en Chicha Tu Madre, primeros planos que no logran diferenciar escenas dramáticas a escenas de intimidad. La fotografía, con sus luces cálidas por momentos y sórdidas en otros, es uno de los factores de la película que ayuda en extrema porción para que nosotros, los espectadores, podamos digerir el aburrimiento de la historia.

Chicha tu madre, título muy creativo y sugerente, es una película densa por la escasez de emociones, es una película con colores vivos que podemos reconocer con alegría y familiaridad, existen (como dice en algún rincón de la pagina web: www.chichatumadre.com- muy atractiva) personajes que podemos ponerles nombre ya que son individuos de nuestra realidad, personajes que quizás podemos encontrar tan sólo abriendo la puerta de nuestra casa. Chicha tu madre es una producción argentina-peruana muy ambiciosa, pero el que mucho abarca, poco aprieta, y en esto peca la película tratando de hacinar todo Lima en unos largos 96 minutos. “La paciencia es la virtud de los elegidos” como dice Julio Cesar, el taxista, es un refrán que podemos adaptar a nuestra realidad cinematográfica. Lo único que nos queda es esperar a que no todo sea marketing y dinero, quizás si somos un poco más humildes con nosotros mismos podamos encontrar una producción cinematográfica menos manoseada y más íntima. A pesar de las muchas fallas que puede tener esta película, es una película peruana, con su chicharrón y su micro bus de “china”, que nos hará sentir como en nuestra casa, vayan a verla pero no repitan el plato.

No hay comentarios:

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...